Las elecciones autonómicas, municipales y europeas del próximo 26 de mayo en España repetirán y hasta profundizarán la tendencia de las generales del 28 de abril pasado, cuando el socialista Pedro Sánchez logró un contundente triunfo y el Partido Popular un retroceso histórico, que ahora lo llevaría incluso a perder su bastión de la Comunidad de Madrid.

Así lo muestra una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que suele marcar el pulso de la previa de las elecciones españolas. El sondeo anticipa una mayor pérdida de fuerza territorial del PP y un triunfo del PSOE en diez de las doce comunidades autónomas en las que se celebran los comicios, lo que fortalecería aún más a Sánchez de cara a la conformación del gobierno.

Las únicas excepciones serían las comunidades de Cantabria, donde lidera las encuestas el regionalista PRC, y Navarra, donde triunfaría una alianza del PP con los liberales de Ciudadanos. Pero el PSOE se impondría en cuatro comunidades que ahora gobierna el PP, como Madrid y Castilla y León, aunque en esta última la derecha estaría en mejores condiciones de formar gobierno. También sería el más votado en Canarias, donde podría desplazar a la Coalición Canaria.

La Comunidad de Madrid es un bastión del PP y el PSOE podría volver a gobernar después de 24 años, siempre que cierre un acuerdo para formar gobierno con Podemos y la plataforma Más Madrid que formó Íñigo Errejón tras romper con Pablo Iglesias. Además, la izquierda retendría el Ayuntamiento de Madrid con la actual alcaldesa, Manuela Carmena, que integra el espacio de Errejón y se aliaría también al PSOE. La encuesta generó euforia en la izquierda de Madrid.

El resultado sería un nuevo golpe a la conducción de Pablo Casado en el Partido Popular, tras el fracaso de su candidatura en la elección de abril. Casado está muy cuestionado y una derrota territorial fuerte del PP marcaría el fin de su liderazgo en el tradicional partido.

Angel Gabilondo, el candidato del PSOE para presidir la comunidad de Madrid.

Los socialistas también se impondrían en las elecciones europeas, en las que lograrían entre el 29 y 31 por ciento de los votos, y ganarían entre 17 y 18 escaños frente a los 14 con los que cuentan ahora en la Eurocámara. El PP, en tanto, bajaría de 16 eurodiputados a entre 11 y 12, mientras que Ciudadanos pasaría de 2 a 8 o 9 escaños, una cantidad similar a la de Podemos.

Las otras dos grandes novedades de la elección europea son que los ultraderechistas de Vox irrumpirían por primera vez en la Eurocámara con entre 4 y 5 bancas, y que el fallido líder de la independencia catalana, Carles Puigdemont, conseguiría un escaño. Puigdemont actualmente se encuentra exiliado en Bruselas.

Puigdemont encabeza la lista de JxCat y logró esta semana que el Tribunal Constitucional español habilite su candidatura, que había sido impugnada por Ciudadanos, que lo considera un prófugo de la justicia. El fallo también benefició a los ex consejeros catalanes, Toni Comín y Clara Pontosí. No obstante, el hecho de que puedan presentarse no significa que vayan a ocupar su silla en la Eurocámara, ya que deberían jurar el cargo en España, donde está vigente una orden de arresto en su contra.

En el caso de Vox, más allá de su irrupción en la Eurocámara y en algunas asambleas autonómicas como Madrid, Murcia, Cantabria y Asturias, el sondeo de CIS marca que perdería hasta la mitad de sus votos respecto a la elección del 28 de abril pasado.